En la década de 2000 se publica una de las primeras sistematizaciones de la producción académica sobre deporte y comunicación en México, el artículo «Deportes y comunicación en México: autores y temáticas» de Enrique Rivera y Samuel Martínez (2001) que registró las características principales de los avances científicos en torno al tema, enfatizando la premisa señalada por Claudia Benassini (1996a, 1996b) en años anteriores sobre la falta de estudios que abordaran este objeto de estudio, develó algunos puntos clave de las dimensiones estructural y de contenido del cuerpo de productos publicados. El acuerdo entre clubes es total, solo falta que se decida el jugador. Su aporte goleador fue la frutilla del postre, el tercero de la noche y el quinto de la serie que le permitió ganar un título más en el club catalán. Gatti jugó 38 partidos para Atlanta hasta que fue adquirido por River Plate en 1964. Jugó 93 partidos en River entre 1964 y 1968, alternando en la Primera División con el mítico arquero Amadeo Carrizo, hasta que fue transferido a Gimnasia y Esgrima, club donde jugó 244 partidos entre 1969 y 1974. En 1975 se incorporó a Unión de Santa Fe por expreso pedido del director técnico Juan Carlos Lorenzo, cumpliendo con todas las expectativas generadas.
En 1972 se hicieron cargo del club dos empresarios locales, los hermanos Cees y Klaas Molenaar, quienes anteriormente habían sido jugadores del K.F.C. No tiene registro del nivel que ha mostrado en este Mundial. Nos duele a todos los que llevamos este sentimiento por el glorioso River en el corazón. Debido a este suceso, la Federación decidió dos días después clausurar el Metropolitano hasta el 31 de marzo. La IFFHS (International Federation of Football History & Statistics) es una organización que elabora ránquines desde 1991 hasta la actualidad. Con un secreto: siempre salta antes que el rival, así puede apoyarse sobre su espalda. El nuevo diseño generó reacciones negativas en las redes sociales, donde se comparó la camiseta con las anteriores que ha tenido el seleccionado. Con la camiseta de Boca como uniforme de trabajo, los Ayala formaron la pareja de centrales del San José de la liga diamantina durante cuatro años. A pesar del peligro inminente en el que se encontraba la institución, algunos fanáticos del equipo aún estaban escépticos, pues para ellos, era difícil pensar en la posibilidad de que River desciendiera, ya que en más de 100 años de historia, ninguno de los 3 equipos más grandes de Argentina habían descendido jamás (hasta ese momento).
En Hamburgo, rechazó todos los centros marfileños y marcó un gol que no le cobraron. Duró poco ya que inmediatamente fue vendido al calcio . En 1993 aún jugaba en Ferro cuando Coco Basile se lo llevó a la Copa América de Ecuador para que sumara experiencia. Después de casi dos años volvió a portar la cinta de capitán: 25 de julio de 2004, Copa América, Adriano. El 9 de julio puede ser un gran día para borrar ese archivo de su disco rígido. En 2000, pasó a Valencia en 3.000.000 de euros, una ganga que incluía ese documento con dudoso bisabuelo materno. Sin embargo, el equipo seguía sin poder levantar cabeza, mostrando un pobre desempeño que desesperaba, exacerbaba y frustraba cada vez más a todo hincha de la institución, con lo cual se terminó dando la dimisión de Gorosito de la dirección técnica tras la derrota ante San Lorenzo en la 7ª fecha.
Un pelotazo sin sentido (se lo reprochó enseguida) y un salto sin cabezazo cerca del cada vez más seguro Abbondanzieri no llegan a manchar un partido impecable y muy especial. En 1951, Argentina jugó contra Inglaterra por primera vez y fueron derrotados 2-1 en el Estadio de Wembley. En el caso particular de Boca, el conjunto xeneize tiene la particuaridad de haber dado 6 vueltas en los dos terrenos que históricamente tuvo River: 1 en el Estadio Alvear y Tagle y 5 en el Estadio Monumental. Su buena colocación en defensa, anticipándose muy bien a los rivales, y un potentísimo salto que le hacían ser un cabeceador ideal para los remates en el área, le convirtieron en un fijo en el Valencia. Su formidable capacidad de salto (mide 1,78 m) se basa en su genética (tiene fibras rápidas) y en un pasado infantil de basquetbol y voleibol. Por entonces, Santiago Phelan era el entrenador del seleccionado y fue quien le sugirió jugar de hooker para dejar definitivamente el puesto de tercera línea. A pesar de las señales, nunca abandonó el puesto. Se perdió todo el Mundial y las cámaras lo encontraron en Miyagi, consolando en plena cancha a cada uno de sus compañeros.